Ni Usain Bolt podría con ellos: semáforos exprés que solo duran en verde algo más de diez segundos

Cada vez parece más difícil cumplir con éxito una acción tan sencilla y cotidiana como cruzar de una calle a otra sin que se te ponga el semáforo en rojo antes de llegar. En Málaga, sufren diariamente por el que ya han bautizado como el 'semáforo exprés'. Cruzarlo cumpliendo la normativa, en verde, supone tener que salir corriendo o hacer un sprint, porque empieza a parpadear cuando solo lleva unos cuatro minutos brillando el color verde.

Los vecinos del barrio de Pedregalejo, en Málaga, critican la falta de seguridad. Tienen más que comprobado que a los niños y las personas mayores de la zona no les da tiempo a cruzar y, por ello, se les pone en peligro diariamente. De hecho, ponen su integridad en peligro porque, en total, contando que empieza a parpadear para avisar a los cuatro segundos, los usuarios solo disponen de trece segundos para cruzar.

Y esta no es una situación única. Las imágenes de gente a toda carrera se repiten en otros puntos de España.

Vivimos rodeados de semáforos que nos hacen ir a contrarreloj, que ni el mismísimo Usain Bolt podría cruzar con tranquilidad. Porque de Málaga, viajamos hasta Sevillapara descubrir cómo muchos peatones prefieren esperar antes de arriesgarse a no llegar a la calle de enfrente. Aunque haga un calor sofocante.

La mima situación ocurre en Madrid, en uno de los semáforos que hay que usar para llegar hasta la céntrica estación de trenes de Atocha. Hemos hecho la prueba personalmente y hemos de reconocer que nos ha costado llegar a tiempo. Los ciudadanos solo tienen unos treinta y cinco segundos para conseguir su objetivo.

Y aunque saben que las prisas no son buenas, en Calella, en Barcelona, se buscan las mañas para ganar el pulso al muñeco verde. Sin olvidar las quejas de los vecinos de Marató, que aseguran que desde que se hicieron las obras de la calle, el tiempo de los semáforos se ha visto drásticamente reducido.