Este padre de 25 años se quedó dormido con su bebé, de tan sólo cuatro semanas de edad, acurrucándose contra él para que se durmiera tranquilo. Tras dos horas de siesta, David Hulley se despertó y encontró a su pequeño fallecido entre sus brazos, según 'The Sun'.

La madre del bebé, Beverley Winter, de 24 años, tuvo un embarazo muy difícil con algunas complicaciones. Su parto se adelantó y al nacer pesaba 2,5 kilos. Unos días antes de morir, el pequeño sufría un pequeño constipado, pero nada preocupante para los médicos.

David Hulley ha declarado que "la noche anterior a morir estaba bien, se despertó de madrugada" y fue el momento que lo cogió para darle de comer. "Pareció calmarse y me dormí con él en el sofá. No estaba completamente acostado, estaba en mis brazos". Nada más despertarse fue cuando se encontró la terrible escena.

"Su color de piel no era un color de piel viva. Lo intenté mover ara ver algún movimiento pero no lo hizo. Corrí escaleras arriba y le dije a Beverly que algo anda mal con él. Beverly intentó besar su boca pero no podía sentir nada. Llamamos a una ambulancia" explica el padre.

La investigación no ha podido ser concluyente. El bebé era algo pequeño para su edad pero nada preocupante y el padre no le hizo ningún daño por dormir junto a él.