Cuatro jóvenes están repostando en Florida cuando aparece un ladrón armado, con una camiseta en la cabeza para ocultar su rostro. Encañona a uno de ellos

En cuestión de segundos, el mayor del grupo se abalanza sobre el atracador. Otro le acompaña. Todas las víctimas son familia entre sí y comienza una lucha encarnizada.

"Al final puse mi mano en el arma y se la arrebaté. En ese momento apareció el otro hombre", relata uno de los jóvenes. Ese otro hombre del que habla es el compinche del asaltante y se unió a la pelea con el torso desnudo. Todo apunta a que su camiseta era el pasamontañas de su amigo.

Como les han quitado la pistola, los ladrones huyen. Poco después la Policía arrestaba al descamisado cómplice. El ladrón enmascarado no ha sido atrapado aún. Por suerte y a pesar del riesgo, esta vez nadie tuvo que morir por nadie.