Daniel empezó a hormonarse con ‘Reandron’ hace tres años. A principios de agosto, se inyectó la última ampolla. "Se trata de mantener, en nuestro caso, unos niveles determinados de hormonas. No puedes estar jugando a tomarlo ahora sí y ahora no", explica.

Por cada dosis de este medicamento, financiado por la Sanidad Pública, paga cerca de cuatro euros cada tres meses. Sin embargo, la rebaja del precio fijada por el Ministerio en julio es, según la farmacéutica, inviable. Esto es, Sanidad actualizó los precios de referencia de los medicamentos, estableciendo una rebaja del 35% para las testosteronas.

Ante esto, Bayer publicó un comunicado en la que admitía que "el producto ‘Reandron’ se ha visto afectado por una reducción de precio no asumible por la compañía".

A la espera de un acuerdo con el ministerio, la empresa farmacéutica ha suspendido temporalmente el medicamento. Sanidad dice que existen otras alternativas y que la desaparición del ‘Reandron’ no deja ninguna laguna terapéutica, pero Bayer dice que los medicamentos con los que se ha equiparado el fármaco no tienen las mismas características.

Los pacientes tampoco consideran que Sanidad ofrezca lo mismo. “Pedir en el trabajo cada 15 días para pincharte no es muy viable. Aparte, este fármaco tiene unas reacciones que te hacen estar más alterado y más brusco”, señala Ares Piñeiro, quien, tras cuatro años con tratamiento, teme no poder pagarlo si sale de la financiación pública.

Las asociaciones denuncian que se está usando a los transexuales para chantajear al Gobierno y subir el precio. Pero no son los únicos afectados por la medida. El fármaco también se prescribe a hombres operados de cáncer testicular.

“Para mí, el ‘Reandron’ es como una aspirina para un cardiólogo. Tengo 60 pacientes que lo toman, ahora llevo una semana recetando la alternativa, pero no es lo mismo”, destaca el Dr. Jesús Gómez Muñoz, andrólogo.

Sanidad y la farmacéutica insisten en que su prioridad es que todos tengan acceso al medicamento. No obstante, los usuarios dicen que ellos son los únicos que salen perdiendo.