La Policía de Estados Unidos busca al autor del salvaje tiroteo que ha dejado cinco muertos en Texas, uno de ellos un menor de 9 años. El criminal acabó con la vida de sus vecinos tras recibir quejas por el ruido que hacía y después se dio a la fuga.

El asesino entró con un fusil de asalto en la habitación de las víctimas y empezó a disparar. "Fuimos 10 los que sobrevivimos. Éramos 15 los que estábamos ahí y de los 15 se fue mi hijo de 9 años y mi esposa también", ha explicado el padre de la familia a la que disparó.

En el momento del tiroteo, las víctimas, de origen hondureño, se lanzaron encima de los niños para protegerlos como escudos humanos: "Dos personas murieron protegiendo a mi hija de dos años y medio", ha explicado.

El crimen se desencadenó cuando los vecinos pidieron al asesino que dejara de disparar en el jardín porque hacía mucho ruido. El sospechoso es Francisco Oropeza, de origen mexicano, que de momento continúa en paradero desconocido.

La policía de Texas en Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de unos 80.000 euros a quien pueda aportar información. James Smith, del FBI, ha explicado que se necesita la ayuda "de todo el mundo" para llevar al sospechoso ante la justicia.

La comunidad está consternada y ha rendido homenaje a las víctimas. "Aquí tenemos otro caso de cómo es más fácil conseguir una licencia de armas que de pesca", ha aseverado el candidato del partido demócrata de San Jacinto, John Michael Adams. En total, en lo que va de año se han producido 174 tiroteos masivos en Estados Unidos.