En los 29 años de existencia de la cárcel de Valdemoro, nunca nadie había conseguido escapar. Al menos, hasta ahora, cuando dos hermanos y expertos butroneros han protagonizado una huida digna de película: aserrando los barrotes y descolgándose por sábanas anudadas.

Ocurrió este fin de semana, cuando Jonathan Moñiz, alias 'El Piojo', y su hermano Miguel Ángel, junto con Adrián, otro miembro de la banda, se colaron en el conocido como 'cuarto de maletas'.

Allí, aserraron los barrotes de una de las ventanas y, con ayuda de varias sábanas, lograron llegar a un tejado sobre el que caminaron unos 100 metros, burlando incluso el sistema de detección por ondas.

Un funcionario se percató de lo que ocurría desde la torre de vigilancia, dio la voz de alarma y se pudo detener a Adrián, que se podría haber lesionado al saltar, aunque él insiste en que su papel era solo servir de señuelo para despistar a los agentes. Los hermanos, en cambio, consiguieron escapar.

Los Moñiz compartían celda y tuvieron tiempo de sobra para planear al milímetro su huida sin levantar sospechas. "Nos llevan ventaja, esa es la verdad, tienen 24 horas al día para estudiar nuestros movimientos", reconoce Manuel Galisteo, coordinador de la asociación de trabajadores penitenciarios 'Tu abandono me puede matar'. A su juicio, esto "se podía haber evitado".

Lo cierto es que ambos hermanos conocían perfectamente la distribución del centro penitenciario, pues no era su primera vez en esta cárcel. 'El Piojo', de 36 años, acumula delitos por robo con violencia y su hermano era su compinche en los atracos.

Ambos siguen en paradero desconocido, pero tras ello detrás de ellos está en marcha todo un operativo de búsqueda.