Sergio es el hijo del
hombre que murió aplastado en su casa por una plancha de hierro que salió
disparada tres kilómetros por la explosión de la petroquímica de Tarragona. Ese
metal
En declaraciones a 'Espejo Público', el hijo de este hombre ha revelado que él y el resto de la familia
se salvaron por 15 minutos: "Yo llegué de trabajar, subí arriba, estaban todos
en el comedor y decidimos bajar a tomar un café".
Sergio asegura que fue
él mismo el que propuso bajar a tomar ese café y que su madre respondió que
tenía que quitar la ropa del tendedero e ir a hacer la compra. En ese momento
su padre se ofreció: "Mi padre le dijo a mi madre ‘baja tú a tomar café y yo
quito la ropa y voy a Mercadona. Mi padre siempre se ofrecía a todo, no solo
con la familia sino con todo el mundo".
Ya cuando estaban abajo escucharon la explosión. "Mi madre se puso nerviosa, sube al piso y luego me viene a buscar una vecina para que suba al piso porque ha pasado algo", explica.
"Desde abajo escuché los
gritos de mi madre, subí arriba corriendo y me dijo que mi padre estaba dentro",
relata Sergio explicando que cuando entró se encontró a su padre "en el suelo
en una postura imposible": "Lo primero que me salió fue tomarle el pulso, pero
cuando le tomé el pulso vi un charco de sangre que era más que sangre".
En ese momento, explica,
fue a comunicárselo a su madre: "A mí no me sale mentirle y le digo 'el papá está
muerto'. Os podéis imaginar. Lo primero que pensé es que era una explosión de
gas, quien se iba a imaginar que un artefacto así iba a entrar por una ventana".
Sergio también ha
señalado que en los días posteriores fueron a recoger algunas pertenencias a la
vivienda pero se les cayó "una pared" por lo que el Ayuntamiento irá a "apuntalar".
"Mi madre se siente
culpable por el tema de la ropa, según ella dice que la tendría que haber
recogido ella, pero era el destino, le tocó morir a él. A lo mejor nos hubiésemos
salvado todos o hubiésemos muerto todos", ha zanjado.