Los planes de Sergio Morate en Rumanía pasaban por alquilar un apartamento en la localidad donde fue detenido. Así lo cuenta Flavius Luca, el propietario del edificio y amigo de Istvan Horvath, presunto cómplice de Morate: "Itsvan me visitó un día antes del asalto para decirme que tenía una visita de un amigo español, que quería alquilar un sitio para un mes, dos meses o un año".

Fue el amigo de rumano de Morate, el que contactó con el dueño del inmueble para gestionar el alquiler, que a su vez se extrañó al ver un coche sin matrícula en el aparcamiento. "Vi un Seat verde sin matrícula, no sabía que se trataba de un coche español. Creía que alguien había comprado un coche nuevo y que estaba sin matricular", asegura Luca.

Con el miedo en el cuerpo, la mujer de Itsvan relata los hechos del día de la detención: "Si lo hubiera sabido no lo dejo entrar. Nos abrazamos, lloramos y yo estaba con miedo porque en cualquier momento la policía podía venir con gases lacrimógenos y me pueden matar a mi niño".

Morate continúa en Rumanía en prisión provisional con un máximo de 15 días. Un juzgado de Cuenca ya ha iniciado los trámites de extradición y su vuelta a España podría producirse antes de que expire este plazo.

Según publica el diario 'El País', el presunto asesino habría cavado una zanja cerca del nacimiento del río Huécar para enterrar un sólo cuerpo. El tamaño insuficiente de la fosa hizo que los cadáveres de Marina y Laura no quedaran totalmente sepultados, lo que facilitó su localización. Ahora las autoridades policiales investigan si Morate es el único implicado en los crímenes o contó con ayuda.