Una semana después del crimen de Samuel Luiz, la Policía busca a más jóvenes implicados en la "turba" que le golpeó hasta la muerte, tras seis detenciones que han llevado a tres jóvenes a prisión y a dos menores a un centro de internamiento. Han sido numerosos los actos de repulsa en toda España por este asesinato que sus amigos y el movimiento LGTBI consideran homófobo, pero la investigación todavía está en curso y las autoridades policiales no confirman esta motivación.

La investigación de la Brigada de la Policía Judicial de A Coruña se centra ahora en el análisis de cámaras de seguridad de la Avenida de Buenos Aires, tanto públicas como de entidades privadas, y sobre todo el rastreo de redes sociales, han precisado fuentes cercanas al caso.

Se trata de localizar a todos los participantes en la paliza que recibió Samuel a lo largo de unos 200 metros: desde la puerta del local del ocio en el que estaba con una amiga hasta el lugar en el que se desplomó, tras una discusión que comenzó porque un joven creyó que le estaba grabando con el móvil.

La Policía no encaja este crimen, por el momento, con un delito de odio motivado por homofobia, ya que a la víctima le gritaron "maricón" inicialmente pero no se tiene constancia de que los agresores le conocieran y pudieran agredirle por su condición sexual. No obstante todas las hipótesis se contemplan.