Rodrigo Lanza, el hombre acusado de matar en diciembre del pasado año en Zaragoza a Víctor Láinez, será juzgado por un delito de asesinato de odio con alevosía y ensañamiento, según concluye el auto emitido por la jueza que da así por concluida la investigación.

El auto da inicio así al procedimiento para el juicio por un tribunal popular por un delito de asesinato en el que concurren las circunstancias de alevosía, ensañamiento y actuación por motivos ideológicos. La jueza Mercedes Terrer, titular del juzgado de instrucción número 3 de Zaragoza, convoca a las partes y al Ministerio Fiscal el próximo 23 de octubre para incoar el procedimiento para el juicio con jurado.

Según ha indicado a EFE el abogado de la familia de la víctima, Juan Carlos Macarrón, los familiares están satisfechos con el resultado de la instrucción porque desde un principio habían entendido que los hechos respondían "a una cuestión de odio debido a la ideología del fallecido".

Víctor Laínez falleció el 12 de diciembre de 2017 en el hospital, cuatro días después de que Rodrigo Lanza le agrediera en un bar del centro histórico de Zaragoza tras haber mantenido, supuestamente, una discusión por los tirantes con la bandera de España que llevaba la víctima.

Según el auto de la jueza, Laínez estaba a las 3 de la madrugada del 8 de diciembre en el bar "Tocadiscos" en actitud tranquila y llevaba puestos unos tirantes con la bandera de España, cuando Lanza, acompañado por otras tres personas, entró en el local y empezó a hablar con la víctima.

Al parecer, Lanza llamó "facha y fascista" a Laínez y este, según el relato del acusado, le replicó llamándole "sudaca". Unos veinte minutos después, Lanza y sus amigos salieron del local antes de que lo hiciera Laínez. Ambos volvieron a enfrentarse verbalmente, según recoge la jueza, "sin que existan pruebas de que Laínez llevara ningún tipo de navaja o cuchillo".

Laínez volvió a entrar al bar y el acusado, repentinamente, lo siguió "para atacar por detrás" y le propinó un primer golpe en la cabeza que le hizo caer al suelo, donde Lanza le siguió dando "puñetazos en la cabeza y una patada muy fuerte en la cara".

La jueza concluye que no consta que la víctima llevara navaja u objeto semejante ni que hubiera forcejeo ni actitud agresiva o violenta por parte de Laínez, que falleció en el hospital Clínico cuatro días después por un severo traumatismo craneoencefálico con parada cardiorrespiratoria. Según el auto, no presentaba lesiones que indicaran la existencia de defensa o lucha pero sí varias en el tórax y en el abdomen "compatibles con contusiones con un objeto duro y romo, más o menos circular".