Los intentos de atraerla hacia fuera con la comida fallaron así que Daisy tuvo que soportar que su dueña moviese el coche unos 200 metros para llegar a un garaje donde los mecánicos la pudieron rescatar.

El mecánico que rescató a Daisy dijo que estaba muy nerviosa y que había perdido mucha piel en el motor, pero estaba encantado de poder ayudar.

"Fue genial que pudiéramos sacarla con vida y hemos estado hablando con los dueños y nos han dicho que Daisy está bien", señala el mecánico al Daily Mail.