La presión que ha sufrido el sistema de salud durante los últimos meses por culpa del coronavirus comienza a dejar en evidencia las consecuencias. Más de un millón de personas en España podrían encontrarse a la espera de una intervención quirúrgica a causa de la pandemia. Así lo ha apuntado un informe de la Iniciativa Proyecto Venturi, que ha cifrado en 459.429 los pacientes que estarían "pendientes de indicación quirúrgica" debido a la presión hospitalaria provocada por la crisis del coronavirus. A ese número, que se ha obtenido comparándolo con los datos expuestos por Sanidad en 2019, se suma otro mayor de pacientes 'ocultos', considerados así por no haber sido diagnosticados aún.

"Si sumamos los que están en el radar de la sanidad con los ocultos, la estimada es de 1.150.000 personas", ha afirmado Antonio Burgueño Jerez, director de la Iniciativa Proyecto Venturi, organización que ha matizado además en su documento que no se trata de una situación homogénea en todo el territorio: "Como ejemplo, el tiempo medio de espera para una intervención de cirugía torácica en Andalucía es de 527 días, frente a los diez días de La Rioja".

La plataforma ha dado con estos resultados después de analizar distintos parámetros en este marco de estudio, como el número de pacientes que hay en cada territorio por 1.000 habitantes, el tiempo medio de espera o el porcentaje de personas que han superado la barrera de los seis meses de espera para poder realizarse una intervención quirúrgica.

Precisamente, el estudio también ha señalado que actualmente un tercio de los pacientes de España que están en esta lista de espera (calculan que 233.730) llevan más de seis meses pendientes de la citación médica para ser operados, estando la media nacional por encima de los 170 días. "Esto les coloca en situación de reclamar la aplicación de la Ley de Garantía Asistencial", apuntan desde Venturi en el informe de resultados. Desde Defensor del Paciente denuncian esta situación: "Las personas no se pueden morir esperando para un diagnóstico, que puede ser cáncer, o tener un cáncer ya diagnosticado y morir sin atención", ha señalado Carmen Flores, presidenta de la asociación.

En 2019, el tiempo de espera para una operación estaba en 121 días; en 2020, ha llegado a los 170

Es lo que le ocurrió a Lidia. Murió por un tumor cerebral sin recibir tratamiento por estar esperando las pruebas diagnósticas. "Ahora hay muchos más casos, estamos saturados por la COVID. Esa era la explicación que nos daban", ha explicado la hermana de Lidia a laSexta. A finales del año pasado, el tiempo de espera para una operación quirúrgica, por ejemplo, estaba en 121 días. Es decir, unos cuatro meses. En 2020, de enero a junio, esa cifra ha llegado hasta los 170 días: más de cinco meses y medio, casi medio año.

El porcentaje de pacientes con una cita de más de seis meses para una intervención era del 19,99% a finales de 2019. Esa cifra se ha elevado hasta el 33,8%. Una situación que se refleja en el descenso de las intervenciones y de las pruebas diagnósticas, pero también unos pasos antes: en la Atención Primaria. Sus profesionales aseguran que no es justo para los pacientes tardar horas e, incluso, días en poder contactar con el centro de salud. "Ni tampoco que, una vez que nos cojan el teléfono, haya demoras en las consultas de varios días, dependiendo del centro de salud y del turno al que quiera acceder el paciente", ha destacado Concha Herranz, médica de Atención Primaria.

De esta manera, denuncian que esto se debe a los recortes que se han realizado durante años en Sanidad. "Venimos notando la falta de personal, la falta de medios. La situación se ha enconado de tal forma que ni siquiera los propios profesionales están capacitados para llevar a cabo su trabajo", ha añadido Carmen Flores. En Cataluña, por ejemplo, las operaciones por cáncer llegaron a reducirse en abril hasta un 50% con respecto al año anterior. Y en Baleares, el número de pacientes que esperan más de medio año para una intervención se ha multiplicado por siete en este 2020.

Se dispara el miedo a acudir al médico

La pandemia de coronavirus no solo ha provocado un aumento considerable en el número de personas que esperan para poder ser intervenidas de forma quirúrgica. Con esta crisis también ha crecido el miedo a acudir al hospital o al centro sanitario en cuestión. Y no, no es porque haya menos patologías, sino porque muchos han optado por buscar un diagnóstico a sus problemas en Internet.

Una cuestión peligrosa, dado que puede desembocar en 'cibercondría', que es la obsesión por la búsqueda de consecuencias a las dolencias que uno pueda tener de forma irregular o regular, pero sin la revisión sanitaria pertinente. "Del 90% de los ciudadanos de los países desarrollados, el 70% hace búsquedas de cuestiones relacionadas con la salud. De este 70%, prácticamente, entre el 12% y el 20% hacen una búsqueda excesiva y, hasta cierto punto, patológica", ha destacado a laSexta Julio de la Torre, profesor de la Universidad Pontificia de Comillas.

La crisis de la COVID-19 ha puesto en evidencia el deterioro del sistema nacional de salud de España en los últimos años, pues los hospitales y otros centros sanitarios se han visto desbordados en numerosas ocasiones para atender a todos los pacientes que acudían allí con sintomatología relacionada con el coronavirus. Una situación que no han dejado de denunciar en los últimos meses con numerosas protestas para lograr una mayor inversión en Sanidad.