Fuentes próximas al caso han indicado que la autoridad judicial ha tomado esta decisión tras tomar declaración a los arrestados y escuchar a los testigos y a las víctimas de la agresión: dos sargentos y siete guardias del Grupo de Acción Rápida (GAR) del Instituto Armado.
Tras prorrogar la detención, los arrestados pasaron a disposición judicial, acusados por la Policía de atentado contra agente de la autoridad, desordenes públicos y riña tumultuaria.
Los hechos sucedieron cuando los nueve agentes, miembros de la unidad de los GAR desplegada en el Campo de Gibraltar para reforzar la lucha contra el narcotráfico, salieron de comer en un restaurante de la barriada de El Riconcillo de Algeciras, disfrutando de su domingo libre.
Según fuentes policiales, cuando fueron a recoger sus vehículos en un aparcamiento en la calle, se encontraron a varias personas que celebraban una primera comunión en un restaurante aledaño y que les cortaron el paso y comenzaron a insultarles y a agredirles.
Pronto se sumaron otros asistentes a la comunión y, mientras los agentes se identificaban como tales y trataban "de calmar los ánimos", la violencia aumentó y empezaron a tirarles piedras, adoquines, ladrillos e incluso con algún bate de béisbol.
La violencia fue tal que uno de los agentes hizo tres tiros al aire, mientras que dos patrullas de la Policía Nacional acudieron a ayudar a los agentes.