Los agentes de la Policía Nacional han realizado un llamamiento a la ciudadanía para encontrar a más víctimas que habrían sido forzadas a participar en unos vídeos pornográficos liderados, presuntamente, por el actor, director y productor de cine porno Torbe.

Ignacio Allende Fernández, conocido como Torbe, fue detenido el pasado día 25 en una operación en la que, según ha detallado la Policía, han sido arrestadas otras cinco personas: cuatro que formaban parte de su empresa y un ciudadano ucraniano que supuestamente proveía de mujeres compatriotas suyas a la trama.

El titular del Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid dictó el pasado día 28 prisión comunicada y sin fianza para Torbe por los delitos de pornografía, trata de seres humanos, blanqueo de capitales y delitos contra la Hacienda Pública.

También ordenó el ingreso en prisión de otras dos personas por los mismos delitos. Por ello, la Policía ha pedido colaboración para localizar a más posibles víctimas y ha puesto a disposición de los ciudadanos el teléfono 900105090 y el correo trata@policia.es, totalmente confidenciales. Además, los agentes han explicado que durante la investigación llevada a cabo en los últimos días han localizado varios vídeos pornográficos protagonizados por una menor en el servidor central de una de las empresas del arrestado.

Se trata de la víctima que dio pie a la operación al denunciar que había sido captada en un bar de Madrid para participar en la grabación de vídeos pornográficos; inicialmente aceptó pero luego se negó y, entonces, fue coaccionada y obligada a grabar escenas pornográficas mediante el uso de sustancias estupefacientes. Los investigadores también han confirmado que uno de los vídeos protagonizado por otra menor fue publicado en la web del director de cine porno, siendo necesario pagar una determinada cantidad de dinero para poder verlo en su totalidad.

Tras la denuncia de la primera menor, la Policía cruzó los datos recabados con los de otra investigación llevada a cabo por la Brigada Central Contra la Trata de Seres Humanos en la que dos mujeres, una española y otra extranjera, denunciaron que estaban siendo obligadas a prostituirse en Murcia. La relación de estas dos investigaciones ha originado que los policías pudieran dar con un entramado internacional que, supuestamente, proveía de mujeres ucranianas para rodar escenas pornográficas, a menudo en contra su voluntad.