La madre de una menor con discapacidad y un anciano se enfrentan a una petición de cárcel de cuatro y tres años respectivamente, por haber consentido la progenitora que el segundo procesado, de 84 años, abusase sexualmente de su hija en dos ocasiones en la localidad asturiana de Grado. El Ministerio Fiscal sostiene que la víctima, nacida en 2003, padece una discapacidad intelectual leve, al igual que su madre.
En 2014, cuando la menor tenía diez años y el hombre acusado 79, este último se llevó de la mano a la menor desde un bar de Grado donde la niña estaba con su madre, hasta detrás del camión de su propiedad que estaba estacionado en las inmediaciones. Allí la besó continuadamente en la boca.
La situación se mantuvo hasta que una mujer, que estaba sentada en una terraza cercana, al parecerle extraño que el acusado llevara a la niña detrás del camión, acudió al lugar y les reprendió, haciendo que el hombre se marchase. Dos años después, sobre las 16.00 horas del 19 de enero de 2016, la madre de la menor, que en aquella fecha ostentaba la guarda y custodia de su hija, se encontró con el acusado frente al mismo bar de Grado.
La mujer entró sola en el establecimiento, dejando a la niña en compañía del acusado "siendo totalmente consciente de que éste iba a realizar actos de naturaleza sexual con la menor". El acusado volvió a llevar a la menor detrás de su camión, que tenía aparcado muy cerca del bar y allí estuvo durante diez minutos abrazando a la niña y realizándole tocamientos. Algunos clientes que estaban en el bar, así como la camarera del mismo, salieron fuera a ver lo que estaba ocurriendo, quedando la madre sola en el local.
La madre "no reaccionó cuando varios de esos clientes que habían salido volvieron al bar relatando lo que habían visto" y salió "tranquilamente" del establecimiento para dirigirse a donde estaba su hija con el otro procesado. Se la llevó "sin hablar para nada con el otro acusado y sin preguntarle qué había pasado, ni haciéndole recriminación alguna".
La madre ha aceptado los cargos que se le imputan y una pena de dos años de prisión, cuatro años de libertad vigilada, así como la retirada de la patria potestad durante cuatro años. Además, la mujer deberá indemnizar a la menor con 1.500 euros y someterse a programas de educación sexual. El acusado no ha podido comparecer ante el Tribunal al encontrarse ingresado en el Hospital Monte Naranco con "graves problemas de salud", según ha manifestado su abogado defensor.
Tras aceptar los cargos y la pena impuesta la mujer no entrará en prisión, al aceptar la juez la suspensión de la pena por carecer de antecedentes penales y al no estar actualmente su hija bajo su guardia y custodia.
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