El Fiscal pide 14 años de cárcel para un hombre por abusos sexuales continuados a una mujer que trabajaba como empleada de hogar en su domicilio de Castro Urdiales.
Según el relato de la Fiscalía, la víctima trabajó desde el año 2000 y hasta el 2010 en el domicilio del procesado, que realizó insinuaciones de carácter sexual a su empleada entre la Semana Santa del 2009 hasta enero de 2010.
La primera agresión se produjo en un chalet de Miengo propiedad del acusado, donde la arrinconó en la cocina y la besó de forma sorpresiva.
Al día siguiente, en el mismo lugar, el hombre sentó encima de él a su empleada y "sin mediar una palabra, ni darle opción a zafarse, la besó mientras la sujetaba bruscamente la nuca". A continuación, la agarró de la mano y la subió a la habitación, donde "la arrimó contra la ventana" y, de pie, "la volvió a besar bruscamente, de nuevo agarrándola con fuerza de la nuca e inmovilizándola". Acto seguido, la desnudó, a la vez que él, la sentó en la cama y abusó de ella.
En otra ocasión, aprovechando que la mujer estaba doblando unas camisas, la agarró súbitamente por detrás e inmovilizándola la nuca, le dio una beso.
Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufre trastorno por estrés postraumático cronificado, y tuvo que ser ingresada por intento de autolisis por ingesta de medicamentos.
El fiscal considera al acusado responsable de un delito continuado de agresión sexual y pide 14 años de condena, así como la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia no inferior a 300 metros, y a indemnizarla con 10.000 euros por los perjuicios morales causados.