¿Quién dijo que las lluvias de estrellas solo eran para el verano? Este año, como cada otoño, se podrán ver en el firmamento los meteoros del cometa Halley. Su actividad va desde primeros de octubre hasta aproximadamente el 7 de noviembre, aunque es la noche del 21 al 22 de octubre cuando se podrán observar las Oriónidas con más intensidad.

La observación de estrellas fugaces es un hábito común en las estaciones templadas, pero eso no significa que no exista la posibilidad de disfrutarlas todo el año. Para ello, solo hay que alejarse de los grandes centros de contaminación lumínica, protegerse frente a las bajas temperaturas con ropa de invierno e incluso mantas y esterillas y tener paciencia.

¿Qué son las Oriónidas?

Las Oriónidas reciben su nombre de la constelación Orión, que es el radiante por la que parecen nacer. Los meteoros de esta lluvia de octubre provienen del conocido cometa Halley, según explican desde el Instituto Geográfico Nacional. Además, de este cometa también se pueden ver las Eta Acuáridas en mayo.

Desde el IGN describen las Oriónidas como meteoros rápidos y relativamente grandes, que pueden superar velocidades de 200.000 kilómetros por hora y suelen dejar estelas amarillas o verdosas que pueden tener varios segundos de duración. Además, desde la entidad califican este fenómeno como "una de las lluvias de estrellas más bellas del año".

¿Cuándo y dónde podemos ver las Oriónidas?

La noche que se verá el máximo número de Oriónidas será la del jueves 21 al viernes 22 de octubre, según el Real Observatorio Astronómico de Madrid. Desde la entidad también avisan que la Luna dificultará su observación. Esto se debe a que el 20 de octubre habrá Luna llena y la visibilidad de la lluvia de estrellas se verá afectada por la contaminación lumínica de esta.

Para observar las Oriónidas no se necesita telescopio, basta con buscar un sitio cómodo con una buena visibilidad del cielo y esperar a que los ojos se adapten a la oscuridad. Además, se puede intentar localizar en el cielo la constelación de Orión, que es el radiante del que parten estos meteoros, aunque esto no es imprescindible, aclaran desde el Real Observatorio Astronómico. Desde la entidad explican que las estrellas fugaces pueden cubrir grandes distancias y podemos verlas aunque estemos mirando en otra dirección.