Por un olivo de 2000 años se puede pagar 64.000 euros. Coleccionistas de todo el mundo buscan olivos milenarios para decorar sus casas. Los ecologistas critican esta nueva moda pero sus defensores alegan que el árbol sigue vivo y cuidado, pero en otro lugar. La búsqueda de un olivo centra el argumento de la nueva película de Icíar Bollaín.