De rodillas, totalmente manchada y comiendo harina: son las novatadas en la Universidad de Extremadura de esta semana. Allí al menos 15 alumnos han sufrido intoxicaciones etílicas. Sin embargo, no han sido las únicos en sufrir novatadas. En Valladolid los estudiantes animan a otro a terminarse un cubo de alcohol.

"Le han quitado las cejas y ha tenido que meter las manos en una tostadora", cuenta una estudiante. Otra habla de novatadas en las que a los alumnos "les ponían una correa por el cuello y les hacían andar por Madrid".

La mayoría de las universidades españolas no aceptan estas prácticas. En concreto, la Universidad de Salamanca ha anunciado que expulsará a los estudiantes que atenten contra la integridad moral de otros alumnos.

Sin embargo, estas normas no han calado entre todos los estudiantes ya que se siguen viendo novatadas como las de unos jóvenes que juegan a ver quien se pega más fuerte. Pertenecen a la Universidad de Salamanca.​

Los psicólogos advierten de que pueden tener graves consecuencias para quien las sufre. "Hay personas que sufren problemas de insomnio, de ansiedad, alteración del estado de ánimo y problemas de rendimiento académico porque están muy cansados. A veces, en ocasiones no pueden ir a clase y hay gente que abandona".

Los que las defienden aseguran que son una buena forma de integrarse, pero la realidad es que las humillaciones y vejaciones son los ingredientes principales si se quiere ser aceptado en el campus.