Hazte Oír impone su pensamiento contra los niños transexuales, es la denuncia de Pablo Sanjosé, un menor transexual. Dice que su polémico autobús puede frenar a muchos niños a dar el paso hacia quien realmente son: "Quizá hay muchos niños que no lo han dicho porque no quieren dar el paso y que al ver el autobús piensen que ahora sí que no lo dicen".

Añade que Hazte Oír no actuaría así si supiera el duro proceso por el que pasan los menores transexuales. Insultos incluidos: "Me decían que era un marimacho, me ponían en la mochila escrito con permanente que era lesbiana, un día me tiraron a la salida..."

Ahora lleva mucho camino recorrido: "He conseguido el cambio de nombre, tarjeta sanitaria, ya no me siento raro cuando voy al médico y me llaman por un nombre que no es el mío".

Siempre con el apoyo incondicional de su madre. Rosa Toba asegura que esos mensajes transfóbicos son dañinos: "Luchamos por los derechos de nuestros hijos y esta clase de gente hace daño, sobre todo a los niños".

Argumento que apoya Cristina Palacios, la madre de una niña transexual de 11 años. Le da miedo, dice, que mensajes así calen en la sociedad: "Temo que todas estas personas que se dedican a tratar de hacer daño a las personas transexuales se agarren a estos argumentos".

Mandan un mensaje a Hazte Oír: que se queden con el odio, que ellos ya se quedan con el amor a sus hijos.