La muerte de un recién nacido a causa de las quemaduras sufridas en una incubadora improvisada en la región boliviana de Santa Cruz ha causado conmoción en el país, cuyo Gobierno exigió que se identifique y sancione a los culpables.

"Es algo muy indignante, existe el relato de que el bebé estuvo llorando horas y horas, sufriendo las quemaduras, y nadie le atendía y como autoridad, pero también como ciudadano, exigimos que se encuentre a los responsables", dijo el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, según un comunicado de prensa de la vicepresidenta boliviana.

García Linera sostuvo que "no se puede repetir ese tipo de negligencias, de descuidos con la persona que es la más desprotegida del mundo, un bebé", al tiempo que afirmó que o "se ha tratado al bebé con un absoluto desprecio por la vida y ese absoluto desprecio de la vida debe tener una sanción".

La madre del bebé es una adolescente de 15 años, según la prensa local.

El secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Oscar Urenda, dijo a los medios que "no hay duda de que hubo una mala praxis al improvisar una incubadora tratando de salvar la vida del niño".

Según Urenda, "se improvisó y se improvisó mal, se actuó mal, sin cumplir protocolos", por lo que las autoridades regionales coordinan con las judiciales para abordar el caso.