"Masacre en Segovia" fue una de las últimas búsquedas que hizo en internet el yihadista del GAL Daniel Fernández Aceña, lo que hizo saltar las alarmas de los investigadores, conocedores ya entonces de las intenciones que había expresado de inmolarse en un autobús en esa localidad turística.
Meses antes, una testigo le había denunciado por amenazarla de muerte tras comunicarle sus planes terroristas. Lo hizo entregándole una caja a modo de regalo con dos cartuchos y al abrirla le dijo que uno sería para ella si alertaba de sus planes.
Esta circunstancia, unida a que una de sus últimas búsquedas en internet fue "masacre en Segovia", puso en alerta a los investigadores de la Guardia Civil sobre la peligrosidad del mercenario y la inminencia de sus planes, han informado fuentes de la investigación.
Junto a Fernández Aceña fue también arrestado Tomás C., con el que compartió un tiempo vivienda y al que le han sido intervenidos cartuchos similares, del calibre 22, según las fuentes consultadas.
De ahí que se siga indagando en la posible colaboración de éste en los planes terroristas del mercenario, si bien por el momento solo se le ha decretado la prisión por tráfico de drogas, al serle intervenido casi cuatro kilos de MDMA.
La persona que recibió la caja con los dos cartuchos no fue la única con la que se relacionaba que pudo escuchar sus planes de cometer una acción terrorista.
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