Los fuegos más sangrantes el de Humanes,  en Guadalajara con 700 hectáreas afectadas. Barcebalejo, en Soria entre 800 y 1.000 calcinadas. Latedo en Zamora, con 1.050. Ódena, en Barcelona, con cerca de 1.300 quemadas.

En la Vall de l'Ebre, Tarragona, con unas 2.000, las mismas que en la Sierra de Lújar de Granada. En Quintana del Castillo , en León, han ardido 2.600. Y los dos grandes: Quesada, en Huesa y Pozo Alcón, en Jaén con 10.000 hectáreas calcinadas. Cinco Villas en Zaragoza, por encima de las 14.000.

La imagen de un incendio la hemos visto demasiadas veces durante este año. Han ardido más de 50.000 hectáreas de bosque, un 40% más que en 2014.

Cinco Villas en Zaragoza, vio como una chispa de una cosechadora provocaba un incendio que calcinaba más de 14.000 hectáreas. Una picadora de paja originó el peor incendio de este año en Cataluña. Más de 400 dotaciones de bomberos lucharon contra un fuego que arrasó más de 1.200 hectáreas.

Pero no siempre la mano del hombre enciende la llama. Los rayos han sembrado el miedo en Jaén con más de 10.000 hectáreas arrasadas. En León, también un rayo dejó casi sin dormir a los vecinos de Quintanar del Castillo durante dos semanas.

Unos grandes incendios que nos dejan una enorme pérdida de valor ecológico: "La biodiversidad que tienen esas zonas naturales, por las cuales fueron declaradas por esas razones, la perdemos",  asegura Carlos Tomás Rodríguez, celador de Medio Ambiente de Castilla y León.

Pero cuando le ganamos la batalla al fuego ¿cómo conseguimos recuperar todo lo que hemos perdido?  "Con una intervención rápida sobre todo para evitar la contaminación de ríos", asegura Rodríguez. Habrá que estar alerta porque las altas temperaturas y la baja humedad nos pueden quemar mucho más en lo que queda de verano.