Playas a rebosar, pero con postas de vigilancia vacías y bandera roja. El mes de junio en Alicante ha empezado con huelga de socorristas. "Lo único que estamos reclamando es mantener los puestos de trabajo del personal que actualmente está trabajando y que las condiciones de seguridad sean suficientes", comenta Miguel Ángel Morales, coordinador de Salvamento de las Playas de Alicante.

La Generalitat ha fijado un 70% de servicios mínimos para las cinco playas del término municipal, pero los socorristas han decidido, como reivindicación, no cumplir todas sus funciones. "No habrá ningún socorrista en la silla, ni en la arena ni en las torres altas. Si hay algún problema lo atenderemos, obviamente. Si hay que hacer algún rescate lo haremos", dice Joaquín Acedo, técnico sanitario socorrista.

El Ayuntamiento de Alicante amenaza con sanciones por el incumplimiento de funciones y cuestiona las banderas rojas. "Poner una bandera roja cuando no había ningún motivo para ello crea una alarma social, es un problema de orden público", afirma Eva Montesinos, concejal de playas de Alicante.

Por eso, ha ordenado a los bomberos que sustituyan todas las banderas rojas por amarillas, para no confundir a los bañistas. "He visto la bandera roja y no sabía muy bien qué pensar", dice uno de los asistentes a la playa. La policía local vigila que los socorristas no cambien las banderas y los bomberos están preparados por si tienen que sustituir a los socorristas. Un conflicto que pilla a los bañistas de por medio y amenaza con durar todo el verano.