Frente las bajas temperaturas del exterior, es un error muy habitual entre la mayoría de los padres: "Con abrigo". Un gesto tan cotidiano como montar a los niños en la silla del coche puede suponer un grave riesgo para los más pequeños si les dejamos con el abrigo puesto.
Y es que no quitárselo en la silla del coche dispara hasta en un 80% las posibilidades de que salga despedido en caso de accidente. ¿Pero por qué?
"Generamos una situación como si tuviera una cámara de aire, es decir, el efecto que hace es que está sujetando un volumen mayor y, por lo tanto, el niño está fuera del ámbito de seguridad", explica David Fernández, técnico de seguridad vial de RACE.
Además de generar un falso volumen en el tórax, otro de los problemas de estas prendas es su material. "Nos estamos encontrando con materiales impermeables o deslizantes, la fricción va a ser menor y, por lo tanto, lo que vamos a conseguir es una menor sujeción del niño en el asiento", añade Fernández.
Lo más aconsejable según los expertos es llevar el cinturón lo más pegado al cuerpo y colocar el abrigo por encima de la silla. Ante la seguridad no hay excusas.
Otro dato muy preocupante. según este estudio, más de un millón de conductores no usan siempre una sillita homologada algo que puede reducir en un 75% el riesgo de lesiones.