La cantante Lizzo ha publicado un comunicado en su cuenta de Instagram en la que se defiende de las acusaciones de acoso sexual y laboral por las que fue denunciada el pasado martes. Tres exbailarinas de la artista presentaron una demanda en la que incluían que fueron "obligadas a soportar un comportamiento sexualmente denigrante", un caso sobre el que la rapera se ha pronunciado indicando que no está "para que la miren como una víctima", pero tampoco es "la villana que la gente y los medios de comunicación han pintado".
"Estos últimos días han sido desgarradoramente difíciles y abrumadoramente decepcionantes. Mi ética laboral, moral y respeto han sido cuestionados. Mi carácter ha sido criticado. Normalmente prefiero no responder a acusaciones falsas pero estas suenan demasiado increíbles y escandalosas para no ser tratadas", ha comenzado Lizzo su escrito, negando rotundamente las acusaciones que han presentado las exbailarinas de su gira Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodriguez.
Las demandantes señalaron que la cantante presionó a una de ellas para "tocar los senos" a una trabajadora de un club nocturno de Amsterdam cuando se encontraban de gira por Europa. Además, Lizzo también ha sido acusada de avergonzar y denigrar a Arianna Davis durante la gira por su peso. Algo que la artista ha negado puntualizando que "no hay nada que me tome más en serio que el respeto que merecemos como mujeres en el mundo. Sé lo que es ser avergonzada por mi cuerpo a diario y absolutamente nunca criticaría o despediría a un empleado por su peso".
Sobre las bailarinas que la acusan de estos tóxicos comportamientos laborales, la cantante expone que su actitud de trabajo no era la apropiada. "Estas historias sensacionalistas proceden de antiguas empleadas que ya han admitido públicamente que se les advirtió que su comportamiento durante la gira era inapropiado y poco profesional", ha explicado sobre las demandantes.
Además de sentirse dolida y no querer permitir "que el buen trabajo que ha hecho en el mundo se vea eclipsado por esto", Lizzo ha mandado un dardo a las personas que han opinado sobre el tema en las redes sociales y los medios de comunicación que lo han cubierto. "No estoy aquí para que me vean como una víctima, pero también sé que no soy la villana que la gente y los medios de comunicación han pintado estos últimos días. Soy muy abierta con mi sexualidad y mi forma de expresarme, pero no puedo aceptar ni permitir que la gente utilice eso para hacerme pasar por algo que no soy", ha concluido rotundamente la artista sobre el ruido mediático del caso.
Lizzo no ha sido la única persona denunciada por las bailarinas. La líder de su equipo de baile, Shirlene Quigley, ha sido acusada de inculcar sus creencias religiosas a los artistas y burlarse de las bailarinas que tenían relaciones sexuales antes del matrimonio. Además, el equipo directivo de su productora, Big Grrrl Big Touring, Inc., también ha sido demandado por discriminación racial contra el grupo de baile y una injusta equiparación salarial.
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