Lo celebran como un premio, como un logro histórico: paquetes de marihuana (dos variedades a elegir) a euro el gramo; hasta 40 al mes. Algunos de estos primeros compradores llevan más de tres años esperando, han tenido que registrarse previamente, aguantar colas kilométricas -sólo 16 farmacias autorizadas en todo Uruguay- e identificarse con las huellas dactilares.

Unos 5.000 uruguayos, de entre 30 y 44 años, se han registrado para poder comprar marihuana legalmente. Las grandes cadenas de farmacias se han negado a vender cannabis. El 70% del importe va a los cultivadores y productores de la hierba. Sólo hay dos compañías autorizadas a suministrar el cannabis a las farmacias, bajo el control militar. En 2013, Uruguay puso en marcha la ley para regular la producción, distribución y venta del cannabis.

Xavier, un comprador, ha explicado que "podías fumar pero no podías plantar y no podías comprar en ningún lado, entonces estabas obligado a delinquir... la regulación es el camino responsable para poder combatir al narcotráfico".

Y para evitar un posible "turismo lisérgico", sólo se despacha a uruguayos residentes. Controles a los compradores, pero también a la hierba que se vende.. Y se han limitado estrictamente los niveles del psicotrópico THC, para disgusto de algunos consumidores habituales.