Ascensión es la tabernera más longeva de España y probablemente del mundo: en octubre cumple 105 años y lleva 100 detrás de la barra de su taberna en Bárcena, León. "Desde la edad de cuatro años estoy en el bar", explica la propia Ascensión.

Echa el cierre a su negocio de toda la vida y no por cansancio: "No hay gente y al no haber gente no hay negocio. Aquí lo que daba el ambiente, que había gente y mucha, era la mina y la han cerrado".

Nació en el arranque de la I Guerra Mundial, cuando Pancho Villa derrota a Huerta en México, y cuando las mujeres pedían el voto en Gran Bretaña. La vida de Ascensión es testigo de esos hitos que, sin querer, suenan incluso a otro tiempo. Además, ha vivido cinco regímenes políticos: "No había agua en casa, no había lavadoras, no había coches. Mi marido estuvo en la guerra pero trabajaba en la mina".

A los 45 años se quedó viuda con siete hijos. Ascensión es muy crítica con la despoblación: "Cuando yo crié a mis hijos había 100 niños y ahora hay tres". Le preguntamos la fórmula para llegar así a los 104 y su respuesta es clara: "Trabajar mucho y tener siete hijos".