En el interior de un bidón encontraron los agentes de la Guardia Civil a María, la madre de los niños asesinados en Godella. Instantes después, se da una angustiosa secuencia en la que la ayudan a salir hasta que consiguen sacarla del bidón.

Después de dos horas de intensa búsqueda, son dos perros de la Guardia Civil los que dan con ella. Estaba a unos 300 metros de la casa abandonada donde vivían, desnuda y llena de rasguños. Sorprenden las medidas del bidón: apenas una apertura de 20 centímetros y un metro de largo.

En ese momento, los agentes aún no sabían que los niños habian sido asesinados. A lo largo de los días, María dio tres versiones distintas de lo que ocurrió. Primero dijo que preguntaran al padre. Luego varió su relato.

El padre asegura que cuando se despertó los niños ya no estaban. Por su parte, la abuela ha contado que está hundida y que ella denunció que su hija no estaba bien: "Estoy destrozada, se veía venir. Me lo temía, y desgraciadamente ha ocurrido. Hice todo lo que pude para que todos estuvieran bien. Mi hija estaba mal desde hace mucho tiempo".

Los dos permanecen en la prisión de Picassent acusados de los asesinatos de sus dos hijos.