Víctor y su problema de crecimiento han ganado una batalla a la sanidad gallega, tras dos años en los juzgados. Desde que Víctor tenía tres años, su madre ha tratado de que la Xunta le dé la hormona que necesita.
"Es un tratamiento que entra por la seguridad social, la endocrino lo pidió y el comité médico lo ha denegado cinco veces", asegura Mari Silva, la madre del pequeño.
Ante las negativas de la administración, en 2013 decidió denunciar. Un año más tarde la justicia les dio la razón, pero la Xunta recurrió. Ahora el tribunal superior ha vuelto a fallar a favor de los padres de Víctor."Yo tuve miedo al principio, dije: "¿Cómo voy a luchar yo contra algo tan grande como es el Sergas?", recuerda Mari Silva.
Mari gastó dinero de su propio bolsillo, acudiendo a clínicas privadas, para que se valorase adecuadamente la enfermedad de su hijo."Tuve que pagar un médico privado y tuve que pagar el tratamiento durante un año", explica.
La falta de tratamiento durante dos años le ha supuesto repetir un curso. "Víctor tuvo que quedarse un año más en infantil, si hubiese recibido el tratamiento el niño estaría más maduro y podría haber pasado perfectamente para primero", aunque desde ahora podrá llevar una vida normal.