Joaquina Escudero murió en mayo de 2010 y desde entonces su hermana ha constado como fallecida por un error administrativo que las confundió. El nicho en el que estaba enterrada la hermana de Juana llevaba incluso el nombre de la afectada y tuvo que ser exhumado para demostrar mediante las pruebas de ADN que los restos mortales que allí yacen pertenecen a su hermana.
La pesadilla de Juana ya ha acabado después de que un juzgado de Málaga, donde estaba enterrada su hermana, haya corroborado que los restos mortales que yacen en el nicho que llevaba el nombre de Juana eran, en realidad, de su hermana Joaquina. Para determinarlo, los restos de la fallecida fueron exuhmados del cementerio de Parcemasa San Gabriel de Málaga para extraer pruebas de ADN que se compararon con las de su hijo.
Juana no guardaba relación con su hermana fallecida por lo que los investigadores barajan la hipótesis de que los familiares asistentes al funeral hubieran usado de forma ilícita los datos de Juana, sin determinar el fin de los hechos.
Tras nueve años de espera para poder realizar cualquier gestión administrativa, el abogado de Juana ha declarado a 'Canal Sur' que planea demandar a la Administración Pública por los daños personales causados.
Para la Administración, Juana murió el 13 de mayo de 2010. Desde entonces, sufrió un calvario para demostrar lo evidente: que está viva.