Se llamaba Abigail Brown y tenía 26 años, natural de Reino Unido. La joven se ha ahorcado en su apartamento de Tailandia después de haber tenido una fuerte discusión con su novio, aunque su intención no era suicidarse sino darle un susto a su pareja, según la investigación del caso.
Había estado fuera de casa, en Phuket, con su novio, James Brun, de 30 años, cuando decidió volverse a casa "por una rabieta" después de que ambos discutieran. Según Jane Rowland, madre de la joven, ella pretendía asustarle cuando la viera intentando ahorcarse y así hacerle ver lo triste que estaba.
Según 'Daily Mail', ella pensó que su novio la seguiría hasta el apartamento y entonces, ella lo asustaría intentando ahorcarse y él la rescataría. Pero James Brun no regresó al apartamento de Abigail Brown hasta pasadas tres horas, cuando la joven ya se encontraba inconsciente, según ha explicado el forense encargado del caso.
Fue el joven quien tuvo que llamar a los padres de su novia y contarles lo ocurrido, versión que la madre ha corroborado añadiendo además que esa noche Abigail había bebido "demasiado".
Los testigos presentes en el juicio coincidieron en que la joven estaba mentalmente estable y saludable, que quitarse la vida no estaba entre sus planes. Además, la madre de la fallecida dejó claro que nunca sospecharía del novio de su hija porque "James y Abi eran una pareja de enamorados que iban a casarse y a tener cuatro hijos. Tenían un futuro planeado".
"Sólo puedo llegar a la conclusión de que esa noche ella había bebido demasiado, estaba molesta y sólo tenia la intención de hacer que James fuera consciente de lo mal que se sentía", aseguró Rowland.
Sin embargo, la madre dejó claro que le entristece pensar que el novio de su hija no la siguiera esa noche y la salvara, ha asegurado que "cuando los jóvenes viajan a estos lugares interesantes, con alcohol barato y no reglamentado, necesitan mirar el uno al otro y siempre mantenerse a salvo".
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