La investigación se inició la pasada semana, a raíz de la presentación de una denuncia en la que ponía de manifiesto que varias personas habían enterrado vivos a los nueve cachorros de una camada de perros, con unos pocos días de vida, en una finca del término municipal de Mula, resultando muertos siete de ellos.
Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) iniciaron la investigación con el objetivo verificar el hecho delictivo y recabar todos los indicios posibles para esclarecerlo y localizar a sus autores, según informaron fuentes de la Benemérita en un comunicado.
De las primeras pesquisas practicadas se desprende los hechos tuvieron lugar en una casa de campo en el término municipal de Mula (Murcia), donde una perra de raza labrador había tenido una camada con nueve cachorros y los cuidaba en el interior de un agujero o madriguera excavado en el suelo.
Unas personas, que hacían seguimiento durante varios días al cuidado que la perra daba a sus cachorros, se alarmaron cuando decidieron volver a ver a los cachorros de la camada y detectaron que el agujero donde habían nacido estaba vacío y la perra sola, sin los cachorros, observándola muy alterada y nerviosa.
La perra se encontraba en una zona próxima a donde había tenido a sus cachorros y el agujero excavado en el suelo a modo de madriguera se encontraba tapado con tierra, barro y piedras, por lo que los denunciantes decidieron destaparlo, hallando en su interior a los nueve cachorros, que se encontraban llenos de barro y con hipotermia, consiguiendo sacar con vida a dos de ellos, no pudiendo hacer nada para salvar la vida del resto.
Una vez desenterrados de la fosa de barro y piedras, todos los cachorros junto con la madre fueron trasladados a una clínica veterinaria de urgencias de Murcia, donde reciben la atención primaria, certificando la muerte de siete cachorros sin posibilidad de reanimación, que presentaban golpes y heridas perimortem, con barro en fosas nasales y boca. Los dos cachorros vivos presentaban una grave de hipotermia, con todo el cuerpo lleno de barro así como en las vías respiratorias y en la cavidad bucal.
Tras los primeros auxilios y prescripción del tratamiento a seguir de los cachorros vivos por parte del servicio veterinario, los mismos, junto con la madre, fueron trasladados a una casa de acogida que se hizo cargo de los canes.
Una vez constatados los hechos, los guardias civiles del SEPRONA continuaron con la investigación, realizaron una exhaustiva inspección técnico-ocular en el lugar de los hechos y, poco después, lograron identificar a los tres presuntos autores del maltrato animal.
La operación 'PUPPIES" ha culminado con la localización e investigación de tres personas de una misma familia, a las que se les ha instruido diligencias como presuntos autores de delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por causar la muerte de siete cachorros de perro, así como heridas y lesiones graves a otros dos, los cuales no corrieron la misma suerte que sus hermanos gracias a la rápida actuación de las personas que consiguieron sacarlos a tiempo y prestarles los primeros auxilios. Las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Mula (Murcia).
El delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos (maltrato animal) se encuentra recogido en el Código Penal, que lo define como el hecho de maltratar injustificadamente a los animales, mediante cualquier medio o procedimiento, causándoles lesiones que menoscaben gravemente su salud o la muerte, y es castigado con penas de tres a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de uno a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.