El Seprona inició las actuaciones tras una llamada telefónica en la que informaron del hallazgo de una perra de raza mestiza en situación de abandono y estado famélico en el paraje conocido como "Campillo", en Autol.

Agentes del Seprona constataron los hechos y, al reconocer la zona de "Campillo", descubrieron en una perrera "los cadáveres de cinco perros en avanzado estado de descomposición, como consecuencia de haber sido encerrados en varias jaulas, en las que fallecieron de manera agónica y cruel por inanición".

Los microchips hallados en los cuerpos de los animales han permitido la identificación y localización de su propietario, quien quedó en libertad con la obligatoriedad de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerido.

Este hombre, vecino de la ciudad riojana de Arnedo, ya había sido denunciado en varias ocasiones por infracciones administrativas a las leyes de Protección del Medio Ambiente de La Rioja y sobre la tenencia de animales potencialmente peligrosos.