Dos guardias civiles están siendo investigados por la violenta detención que realizaron en un bar de Molina de Aragón, en Guadalajara, el pasado 31 de mayo. Acudieron de madrugada al local porque tuvieron un aviso por robo. Dentro, había un hombre solo, David Cuanche, jugando a las tragaperras y comiendo un helado. Pensaron que era un ladrón, pero era camarero del bar. Todo quedó grabado en una cámara de seguridad.
Como se ve en las imágenes de portada, David se levantó de la máquina con un helado en mano para ir a abrir a los agentes con las propias llaves del local. Acto seguido, habló con uno de los agentes y de repente, éste le tiró al suelo del taburete. La Justicia investiga estos hechos, pues según el atestado que hicieron los agentes David se encontraba muy nervioso y agresivo. Unos comportamientos que no quedan registrados en las imágenes y que David niega. "Lo que querían era llevarme esposado", cuenta él.
Entonces David les preguntó por qué querían llevárselo si no había robado ni hecho nada. "Si no me creen, llamad a la propietaria del bar, les dije. Pero cuando me di cuenta ya estaba en el suelo". Cuenta que él que le suplicó al guardia que estaba encima suyo que le soltara porque no podía respirar. "Él seguía encima de mí tratándome de asfixiar", añade. Por todo ello, ha interpuesto una denuncia. Según el parte médico, sufrió varias heridas en la cara, codo y muñecas. Además, necesitó asistencia psicológica por ansiedad.
Por su parte, la Dirección de la Guardia Civil ha señalado que no tomará medidas contra los dos agentes del cuerpo hasta que no haya una sentencia firme. A los agentes se les abrió una investigación interna y un expediente disciplinario tras los hechos, que ahora está paralizado a la espera del fallo judicial, según han confirmado a Europa Press fuentes de la Benemérita
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