La Guardia Civil ha intervenido 6.420 test de autodiagnóstico in-vitro para la detección del COVID-19 de cuatro marcas distintas que incumplen la normativa sanitaria establecida en nuestro país, de los cuales 500 incumplen además la normativa de etiquetado.
Según ha informado el Ministerio de Interior, la intervención la llevaron a cabo agentes de la Guardia Civil, del Equipo Fiscal y Fronteras de la Unidad Fiscal y Aeroportuaria de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en el marco de las inspecciones habituales que realizan en materia fiscal, y tras localizar en dos almacenes ocultas varias cajas de autotest, dispuestas para distribuir en la zona comercial del establecimiento.
Durante el recuento de los test en uno de los almacenes, se localizó también una partida de 321 envases de un producto que afirma repeler o bloquear los virus y bacterias. El etiquetado del mismo no cumple la normativa vigente al carecer de instrucciones en español, por lo que también fueron intervenidos.
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Los titulares de los negocios han sido propuestos para sanción administrativa al carecer de autorización para la distribución de este tipo de productos; poniéndose los auto test de antígenos para la detección del SRAS-CoV-2 y los repelentes de virus y bacterias a disposición de la autoridad competente.
Los funcionarios de prisiones tuvieron que intervenir
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El preso consiguió arrancar el radiador de su habitación y, con una de sus piezas, hacer un agujero para entrar a la celda contigua y agredir a otro interno. Los funcionarios de prisiones tuvieron que intervenir.