Durante los años que mantuvieron de relación, la expareja del exboxeador Poli Díaz vivió un auténtico infierno. Agresiones como tirarle del pelo, darle bofetones con la mano abierta y hasta agarrarle por el cuello hasta el punto de temer por su vida son algunos de los casos de malos tratos que relató ante la jueza. También insultos y vejaciones. "Hija de puta, guarra, no vales como mujer", se recoge en el auto.
Una situación de constante maltrato que la víctima sufrió desde el primer año de relación con Díaz; una violencia física y psicológica extrema. Según se detalla en el escrito, el agresor le llegó a decir cosas como "no te mato porque te quiero mucho" o "vas a ser la próxima muerta". Además, la mujer declaró que el exboxeador fumaba mucha droga y se ponía muy violento. Se daban así situaciones de agresiones que la tenían "totalmente atemorizada".
"Si me denuncias, te mato" o "Yo no me voy a quedar con las manos quietas, no te preocupes. Si no, te mando a alguien para que lo haga", le llegó a asegurar Poli Díaz. Según ha testificado ante la magistrada, el exboxeador cumplió esto último y llegó a mandarle a otras personas para que la amenazaron de muerte. "Voy a acabar lo que no hizo Poli", le aseguraron los terceros.
La víctima también ha relatado que, horas antes de que la Policía detuviera al exboxeador, fue agredida durante toda la noche, y que consiguió salir a la calle a pedir ayuda pero solo una vecina la auxilió. Así lo relató uno de los familiares a laSexta: "Lo que nos hemos enterado por ella es que toda la noche le ha pegado, toda la noche la ha estrangulado ".
Por todo este estremecedor relato, la jueza ha decretado la situación de riesgo extremo para ella, lo que supone que, para su protección, será vigilada permanentemente. Si Díaz sale de la cárcel, donde permanece de forma provisional, sus movimientos serán controlados para evitar que la agreda.
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