Más de un centenar de incendios forestales siguen activos en Asturias aunque su intensidad ha disminuido tras el intenso trabajo desarrollado por los servicios de extinción y por la lluvia caída en algunas zonas, según ha informado el 112.
La llegada de la lluvia durante la noche ha mejorado las condiciones para la extinción de los incendios, cuyo origen se cree que pudo ser intencionado y en los que no hay constancia de daños personales.
Más de 230 efectivos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), entre bomberos y empresas forestales, trabajan en las labores de extinción de estos incendios.
Además, un dispositivo al que se ha sumado la Unidad Militar de Emergencias (UME) y en el que también participan los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, agentes del medio natural del Principado de Asturias, responsables y trabajadores municipales y agrupaciones de voluntarios de protección civil.
Si las condiciones meteorológicas lo permiten, a lo largo de la mañana está previsto sobrevolar los concejos más afectados por las llamas con uno de los helicópteros multifunción del SEPA para realizar una valoración más exhaustiva de la situación.
El Principado de Asturias mantiene activado, desde este sábado, el Plan de Incendios Forestales del Principado de Asturias (INFOPA) en situación 2.
Los focos originados se reparten por gran parte de la geografía asturiana, aunque la zona más afectada es el occidente, en concejos como Cangas del Narcea y El Franco, donde las llamas afectaron a cinco casas y una cuadra, y obligó al desalojo de varias familias.
Esta situación, que se vio agravada durante la jornada de ayer ante los fuertes vientos, las altas temperaturas y la ausencia de lluvias, obligó a cerrar la conexión férrea entre Asturias y Galicia, así como a cortar durante casi cuatro horas las dos principales vías de comunicación por carretera entre ambas comunidades autónomas, la autovía A-8 y la N-634, por la intensa humareda.