La historia de terror que vivió Raquel Díaz a manos de exmarido,el expolítico berciano Pedro Muñoz, no acabó con la brutal paliza que le propinó hace ya tres años, en pleno confinamiento, y que la postró en una silla de ruedas.
Desde entonces, la abogada necesita asistencia para las actividades diarias, por lo que vive en una residencia. Además, está escondida de su agresor, que ya está fuera de la cárcel, y a espera de la celebración del juicio, que se llevará a cabo en la Audiencia Provincial de León.
Ahora es cuando la fiscalía se ha pronunciado y pide 18 años y 9 meses de cárcel por un delito de violencia habitual, tres de maltrato en el ámbito familiar, amenazas, injurias y legiones agravadas. Por este último pide un total de 12 años de prisión. LaSexta ha accedido a dicho escrito, en el que se da cuenta, además, del infierno que vivió Raquel desde el comienzo de su realción.
El relato de los hechos
El escrito deja claro que la víctima sufría violencia psicológica y física por parte de su exmarido, y que Muñoz había conseguido una situación de "absoluta sumisión" de Díaz. De hecho, da cuenta de todo un relato de terror: "Desde el inicio de la convivencia, la relación vino marcada por el carácter controlador y dominante del procesado, quien provocaba discusiones por cuestiones insignificantes para crear situaciones en las que Raquel cediera y pidiera perdón, mermando día a día la autoestima de la misma con un comportamiento de maltrato emocional sistemático a todos los niveles, tanto en el ámbito personal, dirigiéndose a ella de forma despectiva, con insultos, como 'estúpida, gilipollas', 'puta', 'zorra', echándola de casa en varias ocasiones, metiendo sus pertenencias en bolsas de basura… como en el ámbito laboral, generando en la misma miedo a contradecirle y dar sus opiniones, pues trabajaban juntos en política, siendo el procesado concejal del Ayuntamiento de Ponferrada y Raquel abogada en ejercicio".
Los hechos sucedieron el 27 de mayo de 2020, en plena pandemia y en la finca las Huelgas de Toreno, donde el matrimonio había decidido residir durante el confinamiento. Tras una larga discusión, y "mientras Raquel se encontraba en la terraza de la parte superior de la vivienda, su marido se dirigió a ella, la agarró por el cuello y mientras ella trataba de quitárselo de encima, la lanzó por el balcón, cayendo al suelo y golpeándose la cabeza. Después la arrastró hacia el salón y cogió un palo con el que la golpeó en repetidas ocasiones".
En cambio, Muñoz negó la agresión y dijo que la encontró tirada en el exterior de su casa. Las agresiones le produjeron 17 lesiones por las que ha pasado por varias intervenciones. Muñoz ingresó en prisión preventiva en junio de 2020 y salió en mayo de 2022. laSexta ha contactado con él, como se puede ver en el vídeo, pero el expolítico niega las "barbaridades" de las que se le acusa.
En otra agresión previa, en frebrero, de 2020, Muñoz llegó a presentarse a una casa después de que Raquel abandonara el domicilio de ambos, y allí la agredió mientras gritaba "te mato, hija de puta, te mato, te mato, ¿qué es lo que quieres, que te mate?¿eso es lo que quieres?".
"Que se haga justicia de una vez", ha pedido Raquel grabado por la periodista Susana Martín, en el que agradece además las muestra de apoyo recibidas.
La fiscal no pide tentativa de homicidio
En el escrito, la fiscal pide la absolución por homicidio en grado de tentativa por "desestimiento", es decir, porque después de tirarla por el balcón, Muñoz "se arrepintió, la colocó en una posición de seguridad y alertó al 112 pidiendo ayuda, presentándose los servicios médicos en el lugar, quienes atendieron y trasladaron a la víctima al hospital en estado de extrema gravedad".
Una decisión que no ha gustado del todo al abogado de la víctima y a su hija, que luchan por hacer justicia tras lo que consideran que fue un intento de asesinato, según publica León Noticias. La acusación particular considera que esta calificación no se ajusta a los hechos, por ello que en su escrito de acusación lo calificará como asesinato en grado de tentativa "por concurrir las circunstancias de alevosía y ensañamiento".
Fuentes fiscales a laSexta señalan que la fiscal ha decidido, con las pruebas de las que dispone, ir por la vía que más pena puede obtener. Es por ello que pide más pena por los delitos de lesiones graves (12 años) más otros seis por los otros delitos, que por tentativa de homicidio, que podrían quedarse en el mínimode en 10, el mínimo de años en ese delito. Considera también, dicen las mismas fuentes, que el ensañamiento es difícil de probar, al haberla levantado y llamado al 112, al igual que la alevosía. En total, la fiscalía pide 18 años de prisión y