Alfonso Gutiérrez (45 años), Joaquín Gómez (32 años), Bruno Martínez (49 años) e Isabel Carrillo (33 años) posiblemente no se imaginaban el sábado, cuando accedieron a primera hora de la mañana a la cueva cántabra, que iban a vivir esa "aventura", que reconocen que ha sido "dura", pero que han "controlado" en todo momento.

Sobre las 20.00 horas se recibió en Ramales de la Victoria, municipio situado cerca del monte donde está ubicada la cueva, la noticia de la localización de los cuatros espeleólogos, dos de los cuales (Alfonso y Joaquín)salían en ese momento de la cavidad, y los otros dos (Bruno e Isabel) se encontraban más cansados y estaban avanzando más lentamente hacia la salida.

Según han informado fuentes del operativo de rescate, los cuatro espeleólogos habían montado una especie de pequeño campamento o 'vivac' dentro de la cavidad, y en él se encontraban Bruno e Isabel, mientras que sus dos compañeros ya encontraron a los agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil en el camino de salida a la cueva.

Alfonso y Joaquín se desplazaron con los agentes del Greim (hasta 14 han participado en el operativo) a la boca de la cueva, donde les esperaba el helicóptero del servicio 112 del Gobierno de Cantabria, que les ha trasladado a Ramales de la Victoria.

Allí fueron recibidos por todos los medios de comunicación congregados en la zona y por el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, el único con el que han tenido unas palabras para asegurar que estaban "bien", que han sabido qué hacer en todo momento, pero que también, esa "prueba", ha sido "dura".

Acompañados por agentes del Greim, Alfonso y Joaquín llegaban cubiertos de barro, después de cuatro días inmersos en una cavidad con un desarrollo de 42.400 metros (del conocido Sistema Mortillano) y un desnivel que llega hasta los 552 metros.

Ninguno de los espeleólogos ha querido atender a los periodistas y, tras hablar con las autoridades (también se encontraban en la zona el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz, y el responsable de la Guardia Civil en la región, Justo Chamorro) se han dirigido al cuartel de la Benemérita y desde allí a la casa rural en la que estaban hospedados el día que iniciaron esta ruta.

Sus compañeros, que con ellos forman parte del grupo Espeleo Minas de Madrid, han tenido una salida un poco más lenta, ya que, según ha explicado el presidente cántabro a los periodistas, se encontraban "más cansados".

Bruno e Isabel tampoco han podido dejar la cueva "tan rápido" como sus compañeros, ya que llegada la noche el helicóptero del 112 no podía trasladarles a Ramales de la Victoria. Por ello, ambos han tenido que realizar a pie el recorrido desde la boca de la cueva hasta la zona donde pueden acceder los vehículos, debido a que esta cavidad se encuentra en un área de difícil acceso.

Sobre las 23.00 horas aún no habían llegado a ese punto, pero se espera que "pronto" los dos espeleólogos sean recogidas por un vehículo todoterreno de la Guardia Civil que les trasladará al lugar que soliciten. Aunque, primero, tendrán que contar con el "visto bueno" del médico que en todo momento ha permanecido en la boca de la cueva, junto al Greim, y que decidirá si es necesario que los dos espeleólogos pasen un reconocimiento médico en un centro sanitario, según matizan, fuentes del operativo de rescate.

El presidente cántabro, con motivo de su presencia en Ramales de la Victoria para conocer las labores de rescate, ha agradecido el trabajo realizado estos días por el Greim. Y también ha dado las gracias a la Unidad Militar de Emergencias, que ha trasladado a la zona a 59 militares y 12 vehículos, y que ha asegurado que respondió inmediatamente a la llamada del Gobierno regional.