Reunió a 400 personas
La Guardia Civil investiga a cuatro personas por una concentración ilegal de 200 vehículos en Lugo
Los detalles Dos personas están siendo investigados por presuntos delitos contra la seguridad vial y los dos organizadores del encuentro están siendo investigados como cooperadores necesarios.

La Guardia Civil se encuentra investigando a cuatro personas vinculadas con una multitudinaria concentración ilegal de vehículos que tuvo lugar el pasado noviembre en Lugo. A dos de los investigados se le atribuyen supuestos delitos contra la seguridad vial por conducción temeraria y los otros dos, los organizadores de la 'quedada', estarían considerados como cooperadores necesarios.
En el marco de la denominada 'Operación Brullen', la Guardia Civil investiga el encuentro, que congregó a unas 400 personas y 200 vehículos en el entorno de una estación de servicio en las inmediaciones de Lugo, y donde se produjeron numerosas maniobras peligrosas para los asistentes.
Los investigadores detectaron varios vídeos publicados en redes sociales sobre esa concentración, así como las imágenes de dron ya obtenidas por la Guardia Civil que mostraban la 'quedada' desde el aire. Para "maquillar" la finalidad del evento, la concentración se publicitó como una exposición de vehículos clásicos, pero era una excusa para llevar a cabo una concentración ilegal de vehículos, la mayoría de ellos modificados y con una media de antigüedad inferior a los 10 años.
Así, en la cita se reunieron cientos de personas y vehículos, y se realizaron numerosas maniobras de conducción peligrosa, infringiendo la normativa de tráfico y seguridad vial, como derrapes a escasos centímetros de los asistentes, y otros actos "extremadamente peligrosos", contraviniendo las más elementales normas de seguridad, y representando un peligro potencial para la integridad física.
Por el momento hay cuatro personas investigadas, todos de entre 20 y 30 años de edad, por delitos contra la seguridad vial y por cooperación necesaria. El Código Penal establece para este tipo de delitos, "en los que se manifiesta el desprecio por la vida", penas de hasta dos años de prisión y retirada del carné de uno a seis años.