A los 70 detenidos se les imputa los delitos de robo y receptación de cable de cobre y pertenencia a grupo criminal, ha informado la Dirección General de la Guardia Civil. En la operación Cuprutel, llevada a cabo en Madrid, han sido detenidas diez personas e imputadas otras ocho por el robo de más de 45 toneladas de cable de cobre en las comunidades madrileña y Castilla-La Mancha.

Se han inspeccionado seis centros de metales, en los que se ha encontrado el cable sustraído y han sido detenidos los principales receptadores, un ciudadano chino y otro español, que se encargaban de gestionarlo para su exportación a otros países, y además ha sido intervenida la maquinaria utilizada para el tratamiento del cobre.

En el transcurso de este operativo fue interceptado un camión con 25.640 kilos de cable de cobre en el puerto de Santander que iban a ser exportados a Inglaterra por empresarios que han sido detenidos.

La mayor parte del metal recuperado procedía de robos de cable telefónico y para su identificación la Guardia Civil ha contado con el apoyo de técnicos especializados de las empresas afectadas, principalmente de la compañía Telefónica.

Esta investigación se inició a raíz de los servicios y controles que realiza la Guardia Civil en los establecimientos para evitar la compra de cable de cobre de procedencia ilícita. Gracias a esta vigilancia pudo averiguar que el grupo que efectuaba los robos estaba integrado por ciudadanos de origen rumano residentes en un poblado marginal de Madrid.

Asimismo los agentes constataron que el grupo perpetraba sus robos todos los días de la semana, especialmente al ocaso y durante la noche, y que se desplazaban por toda España. La red presentaba una estructura perfectamente organizada y jerarquizada en la que cada miembro desempeñaba unas funciones específicas.

Por un lado estaba el grupo que se encargaba de localizar los lugares en los que cometer los robos y por otro el que hacía efectiva la sustracción del material. Otros se ocupaban del traslado del metal intervenido, de su ocultación y de la eliminación del material que aisla el cable de cobre para posteriormente vender el material al peso.

En la operación 'Entera' han sido detenidas en Valencia 60 personas de nacionalidad rumana y española por su implicación en la sustracción de cerca de 120 toneladas de material metálico procedente de la empresa en la que trabajaban para su posterior venta en chatarrerías.

Los agentes han realizado más de 30 inspecciones en chatarrerías de esta provincia y han comprobado que en 13 de ellas los arrestados habían realizado numerosas ventas de materiales metálicos por las que obtuvieron un gran beneficio económico.

La operación se inició tras tener conocimiento la Guardia Civil de la existencia de diversos robos con fuerza en instalaciones eléctricas en la provincia valenciana.Los agentes localizaron una red que se dedicaba al robo de cobre, aluminio y latón de la empresa donde trabajaban sus miembros para venderlo de forma particular y sin autorización de la misma.

Los detenidos llegaron a vender este material en más de 600 ocasiones en distintas chatarrerías y hasta el momento se ha podido comprobar que el total asciende a 120 toneladas, valoradas en 160.000 euros.