Hace 9 años que Emilio abre cada día su farmacia, pero si el Govern de Cataluña sigue sin pagar sus facturas, quizá tenga que cerrar. ”La tesitura en la que nos encontramos es que para que este medicamento llegue me tengo que endeudar porque a mí la factura me llega antes que el pago por parte de la administración”, explica Emilio Moliner.
Le deben atrasos por tres meses, demasiado tiempo y dinero. Este farmacéutico comenta que ha tenido "que hipotecar una parte de la farmacia y he tenido que tener ayuda por parte de familiares en momentos puntuales para poder aguantar”.
Como él, más de 3.000 farmacéuticos catalanes llevan años en pie de guerra, porque el Govern vuelve a incumplir el plazo de pago y acumula una deuda de 230 millones de euros en facturas atrasadas de mayo y junio.
Se sienten discriminados y es que en el resto de España la media de pago es de 22 días, frente a los 90 de Cataluña, por eso reclaman “cobrar los medicamentos de la forma que tenemos pactado, a 35 días de su dispensación”, explica Jordi de Dalmases, presidente del Consejo del Colegio farmacéutico de Cataluña.
Pero el pulso con el Govern no termina aquí, otra de las exigencias es que les paguen los intereses por los retrasos que llevan sufriendo desde hace cuatro años.