La exhumación de Franco ha servido de inspiración en el Carnaval. En Berga, en Jumilla, en Cartagena, el dictador ha vuelto a las calles en sus versiones más surrealistas

Sin duda, la más transgresora es la que se pudo ver en la gala de Drag Queen de Las Palmas: un Franco trans y gay. Al son del himno de Marta Sánchez y escoltado por tricornios, Franco tiene algo importante que decir: entonces el verde militar da paso al negro cuero y las lentejuelas, que iluminan el picardías del Generalísimo, convertido ya en el rey del glam. Nada más acabar, el presentador ya vaticina polémica: "Arde España, arden las redes".

Este Carnaval, más que ningún otro año, Franco ha levantado la cabeza, y en Jumilla, además, el brazo. Un grupo de falsos guardias civiles, ha exhumado al dictador con cura e incluso coche fúnebre.

En Cartagena se lo han llevado de cabalgata, y la gente, por broma o devoción, se ha hecho fotos con él.

En Nou Barris, en Barcelona, le pusieron morado para el cartel. Tanto, que cuando llegó a Berga, muy cerca de allí, llegó a bailar las rumbas de Peret. La asociación responsable ha ganado 500 euros por el premio a la mejor animación del Carnaval.