El fin de semana negro en las playas valencianas empezó el viernes. En la playa de Chilches (Castellón), un hombre de 67 años se lanzó al agua para rescatar a tres menores que tenían problemas para salir, pero la corriente le arrastró también a él y finalmente murió ahogado a pesar de los intentos de reanimación de los servicios de emergencias.
El sábado murieron otras dos personas: un hombre de 89 años en Playa Romana de Alcossebre, Castellón, y una mujer de 44 en la Cala Fuster, de Benissa. Sin embargo, el peor día fue el domingo. En la playa de Gola de Pernollet, Valencia, donde ondeaba la bandera amarilla, murió ahogado un hombre de 82 años.
El domingo también perdieron la vida otros dos hombres, uno de 67 años en la playa de Gandía norte y un hombre de 78 en una piscina de una urbanización privada en San Juan de Alicante. En total, seis personas fallecidas en solo un fin de semana. Todos en una comunidad que ya el año pasado estuvo a la cabeza de ahogamientos en España.
En Málaga capital, en la playa de la Malagueta también moría ahogado este domingo un joven de 30 años. El suceso se ha producido sobre las 22:15 horas, cuando el centro de coordinación recibió un aviso por un bañista con síntomas de ahogamiento al que habían sacado del mar. Tras practicarle los ejercicios de reanimación pulmonar sin éxito, el Centro de Emergencias Sanitarias 061, perteneciente al Servicio Andaluz de Salud, certificó su fallecimiento.
En Cataluña han sido cuatro las víctimas mortales en el mar, con tres hombres de 55, 60 y 65 años que fallecieron ahogados en playas de Girona, así como un cuarto hombre, de 32 años y nacionalidad india, en la playa del Miracle en Tarragona.
Todas playas estaban vigiladas y en todas ondeaba la bandera amarilla, con la que hay que extremar la precaución. "Nosotros recomendamos siempre bañarse de cadera hacia abajo para tener siempre el control", explica Borja Botifora, jefe de playas de Cruz Roja en el Perellonet. Porque incluso una persona en buen estado físico puede tener problemas en el mar: "Siempre se puede dar el caso de encontrarnos en un apuro, que no nos vea nadie y que el desenlace sea faltal".
Por eso recomiendan tener siempre a una persona que esté atento de nosotros cuando vamos al agua. "Recomendamos que haya alguien en contacto con nosotros y que en cualquier apuro pueda avisar a un profesional", explica Botifora.
Siempre hay que mantener la calma en caso de quedar atrapados por el oleaje o una fuerte corriente. "Hay que mantener la calma, nosotros llegaremos lo antes posible. Luchar contra corriente nos puede hacer que perdemos las fuerzas, entrar en un ataque de ansiedad e incluso ahogarnos", asegura Borja Botifora.
Siempre atentos a los niños
Nunca hay que perder de vista a los niños. Incluso si saben nadar, o llevan material de flotación, eso solo nos da una falsa sensación de seguridad, aseguran los expertos. Bastan solo unos segundos para que un pequeño se ahogue en el mar o en una piscina.
Dos pequeños han muerto este fin de semana y ya son 12 menores ahogados en lo que va de año. Un menor de 4 años, falleció el sábado en una piscina particular en Oropesa y otro pequeño, de solo 8 años y de origen pakistaní, en Zaragoza, el domingo. El menor había ido con sus familiares a disfrutar de un día de piscina. Fue un usuario quien alertó al socorrista de que el niño estaba inconsciente en el agua en la piscina pequeña. Intentaron reanimarlo durante 45 minutos, pero no fue posible.
Por eso, según los expertos, es básico enseñarles a nadar cuanto antes y nunca perder el respeto al agua.
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