Desde el primer momento que desaparecieron los niños la familia Bretón no creyó ni una palabra de la versión de José. Así lo explica el atestado policial. "Dudaban de las explicaciones ofrecidas por José Bretón su hermano Rafael Bretón y su cuñado José Ortega, hasta el punto que éste último pidió a uno de los policías que se encontraban allí que forzaran una confesión de José aunque tuvieran que agredirle para ello".

La policía se negó y según cuenta el informe, fue el propio cuñado el que lo hizo. "Ante la negativa de los policías, José Ortega llegó a golpear la cara de su cuñado José exigiéndole que dijera la verdad sobre cuál era la causa de la desparición de los niños"

No creían ni una palabra de lo contaba Bretón, pero cuando la hipótesis de que los niños podrían haber muerto asesinados, la familia Bretón cerró filas para defenderlo. 

Hasta la fecha las declaraciones de los Bretón han sido escasas e imprecisas. Ninguno recordaba con claridad lo que sucedió el día que desaparecieron los niños. Un cambio de actitud que aumentó el enfrentamiento entre los Bretón y los Ortiz. 

"Ellos han tapado al monstruo de las Quemadas, como yo le llamo, durante toda su vida". Ruth cree que ocultan información que impide demostrar que Bretón asesinó a sus hijos. Algo impensable para los padres de Bretón.