La familia de la psicóloga madrileña Sandra Bermejo, de 32 años, cuya pista se perdió el pasado 8 de noviembre en el Cabo Peñas, en el concejo asturiano de Gozón, ha solicitado al juzgado una prueba pericial para determinar si es la mujer que aparece caminando hacia el acantilado en una fotografía tomada por un ciclista al día siguiente de su desaparición, según ha asegurado a EFE el presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills.
En la fotografía, realizada en el Cabo Peñas a las 10:15 horas del 9 de noviembre, se ve a una mujer de una complexión física similar a la de la joven caminando hacia el acantilado en una zona prohibida al paso por su peligrosidad, pero la familia de Sandra, pese a haberla analizado "con detenimiento" según sostiene Amills, "no puede acreditar, ni desmentir que sea ella".
El portavoz familiar reconoce que el físico de Sandra y el de la mujer de la fotografía es "muy parecido", por lo que ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 3 de Gijón que lleva la causa que traslade a la Policía Nacional de Gijón su petición para que se realice una prueba pericial.
En este mismo lugar el móvil de Sandra Bermejo dejó de estar operativo en torno a las 5 de la tarde del día 8 de noviembre, pero este no es un dato determinante para la familia según Amills dado que en el Cabo Peñas "hay muchas zonas sin cobertura" y ella pudo desconectar el teléfono por otros motivos como, por ejemplo, que lo apagara como se suele hacer cuando se acude a una reunión.
La familia sigue descartando un suicidio y no oculta su malestar con el desarrollo de la investigación policial porque, según su portavoz, tampoco se ha tomado declaración a unos pescadores que aseguraron haber visto dos coches en el aparcamiento junto al de Sandra sobre las 7:30 horas del 9 de noviembre.
La presencia de esos otros dos coches demostraría, según la familia, que Sandra no estaba sola en el momento de su desaparición. La familia tampoco salió satisfecha de la reunión que mantuvo con los mandos policiales para conocer el operativo desplegado en la búsqueda de la joven afincada en Gijón -donde se llegaron a utilizar drones y se recurrió al Grupo Especial de Operaciones de la Guardia Civil- ya que, a juicio de Amills, "no les aclaró nada porque la Policía sigue manteniendo la tesis de la desaparición voluntaria".
La principal hipótesis de trabajo policial de la desaparición voluntaria es "incongruente" para los familiares, que insisten en la necesidad de que se comprueben todas las vías propuestas como el análisis de la fotografía y la declaración como testigos de los pescadores.
También están pendientes del resultado de las muestras de ADN a los restos humanos hallados en avanzado estado de descomposición en Cabo Peñas el pasado día 23 y que pertenecen a una mujer joven, así como de una camisa blanca aparecida en la zona.
"De momento estamos con la confianza de que esos restos no pertenecen a Sandra porque a través de las pruebas dentales realizadas no indican que se ajusten a las de ella, aunque habrá que esperar a los resultados del ADN", señala Amills.
Más Noticias
- Recta final en el juicio a Daniel Sancho en Tailandia: él y su padre declararán esta semana
- Cinco detenidos por secuestrar y torturar a un hombre en un piso en San Blas (Madrid) durante una fiesta
- Detenido un hombre por tirar a su pareja desde una segunda planta en Fuengirola (Málaga)
- Investigan la muerte de un niño de seis años cuya madre presenta signos de autolesión en Jaén
- Investigan la muerte de una mujer con signos de violencia en Rafelcofer (Valencia)
En los últimos días un grupo de detectives se ha ofrecido a la familia para colaborar de forma altruista en el caso y tratar de aclarar qué le pasó a Sandra porque “hasta ahora hay muchas incongruencias”, ha concluido el portavoz familiar.
Edades comprendidas entre los 32 y 55 años
Cinco detenidos por secuestrar y torturar a un hombre en un piso en San Blas (Madrid) durante una fiesta
La pesadilla comenzó tras aceptar una invitación inocente de una pareja en la calle, el hombre consiguió escapar tras ser brutalmente golpeado, apuñalado y extorsionado en un piso en la calle Hermanos García Noblejas, en San Blas, Madrid.