Bretón no le ha quitado ojo a su padre desde que ha entrado en la sala. Pero Bartolomé apenas le ha mirado y se ha negado a declarar.

El acusado también ha estado muy pendiente de que no se hiciera daño al marcharse. Ha intentado llamarle para despedirse, pero sin éxito, porque tampoco ha logrado captar su atención.

La segunda en entrar ha sido su madre. La más afectuosa. Después de vigilar que Antonia no se tropezase, ella le ha besado y se ha sentado apesadumbrada. Ella se ha acogido, igualmente, a su derecho a no declarar y le ha dado otros dos besos a su hijo para despedirse.

La tercera en llegar ha sido su hermana Catalina, quién más ha solido defenderle. ha dedicado a Bretón una media sonrisa y varias miradas.

El más frío ha sido su hermano Rafael. Le ha ignorado desde el primer momento. Nada de miradas, ningún acercamiento... Bretón se ha despedido con la mano y no ha obtenido respuesta

Sí que se ha podido escuchar a su cuñado José Ortega, el marido de su hermana Catalina, porque los cuñados no son parentesco directo y están obligados a declarar. José ha dicho que en los últimos meses han ido decreciendo las esperanzas de encontrar a sus sobrinos con vida.

También ha manifestado que cree que Bretón no mató a sus hijos, pero que sí que le considera responsable de su desaparición.

Además ha señalado que tras la separación de Ruth y José sí que recuerda momentos en los que vio a Bretón nervioso, algo agresivo e incluso con ganas de vengarse de Ruth.

Declaraciones que Ruth Ortiz, que también ha acudido esta mañana al juicio. En esta sexta jornada de procedimiento también presta declaración Leticia, cuñada de José Bretón.