El drama de miles de familias
La falta de ayuda a la dependencia pone al límite a los cuidadores: un 58% admite sufrir agotamiento mental
Los detalles Su situación es más común de lo que parece en España. Uno de cada tres cuidadores tiene más de 60 años. De ellos, un 51% admite tener agotamiento físico y un 58% sufre agotamiento mental.
Resumen IA supervisado
La situación de las ayudas a la dependencia en España sigue siendo crítica, a pesar de una reducción del 10% en las listas de espera respecto a 2024. Las familias enfrentan una espera media de 338 días, lo que resulta insostenible tanto para las personas dependientes como para sus cuidadores. Rosa Sánchez, por ejemplo, cuida de sus padres y suegros, lo que consume su tiempo y ha requerido adaptar su hogar. Esta carga afecta a muchos cuidadores, de los cuales un 51% sufre agotamiento físico y un 58% mental. Las clases sociales bajas enfrentan mayores dificultades para acceder a ayudas, lo que agrava la situación. La asistencia externa es crucial para mejorar la calidad de vida de los cuidadores y aliviar su agotamiento.
* Resumen supervisado por periodistas.
La situación de las ayudas a la dependencia sigue siendo dramática. Pese a que las listas de espera se han reducido en casi un 10% respecto a 2024, la situación es límite para muchas familias. La espera media es de 338 días, lo que hace que la situación se convierta en insostenible tanto para quienes necesitan la ayuda como para los familiares que están al cuidado de estas personas.
Rosa Sánchez vive esta situación en primera persona. Ante la falta de la ayuda establecida por la Ley de Dependencia, cada día se encarga de cuidar a sus padres y sus suegros, lo que consume la mayor parte de su tiempo: "A mi padre, por ejemplo, hay que hacérselo todo. Es una persona a la que tienes que guiar". "Mi suegro toma 15 pastillas diarias", añade.
Ante esta situación, y para poder hacer frente a los cuidados, ha tenido que reformar su casa: "Hemos adaptado este baño para que puedan ducharse, si no, es imposible". Y también ha tenido que adaptar su vida, ya que se ha visto obligada a ceder su habitación a sus suegros para que tengan una relativa calidad de vida: "Mis suegros duermen en nuestra habitación y nosotros hemos tenido que poner aquí una cama".
De hecho, en su casa han tenido que convivir hasta ocho personas durante tres meses, lo que ha tenido un gran impacto en su salud física y mental. "No tienes vida propia. Tienes que dedicarse a ellos. Es imposible ir al cine o hacer cualquier cosita", explica Rosa.
Su situación es más común de lo que parece en España. Uno de cada tres cuidadores tiene más de 60 años. De ellos, un 51% admite tener agotamiento físico y un 58% sufre agotamiento mental. Por ello, la ayuda externa es imprescindible.
Una ayuda social que no siempre es accesible. "Las clases sociales más bajas tienen más dificultad para acceder a las ayudas de la administración pública, encuentran más complejos los procesos y tienen pues mayores trabas", asegura Andrea García, directora de Innovación Social de VML de Cocktail.
Ese soporte a las personas que, como Rosa, tienen personas a su cargo, supondría una mejora exponencial de su calidad de vida. "Yo lo aprecio muchísimo, que me quiten tres duchas diarias es un mundo", afirma, esperando que, en algún momento, pueda dejar de formar parte de ese 58% de cuidadores que sufren un importante agotamiento mental.