Cuando la comparación se hizo con el grupo de edad de uno a 19 años, el índice de riesgo de muerte para los estadounidenses fue un 57 % mayor que el del resto, señala un estudio elaborado por investigadores del Hospital Johns Hopkins y publicado hoy en la revista Health Affairs.
Los investigadores compararon datos estadísticos de mortalidad de niños y adolescentes en Estados Unidos entre 2001 y 2010 con los de Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Suecia, Suiza, Turquía y Reino Unido, los otros estados fundadores de la OCDE. La conclusión fue que, de los veinte países, Estados Unidos es el que tiene los peores índices.
"Altos índices de pobreza persistentes, resultados educativos pobres y una relativamente débil red de seguridad social han hecho de Estados Unidos el más peligroso país de las naciones ricas para el nacimiento de un bebé", indica el estudio. En una declaración, el investigador Ashish Thakrar, uno de los autores del informe, subrayó que "desde los años 80 las estadísticas de mortalidad infantil en EEUU han sido más altas que en las otras naciones" del mundo desarrollado.
El informe pone en evidencia que mientras los recién nacidos estadounidenses están bajo la atención del sistema de salud pública, es decir en los primeros días de vida, no hay diferencias con otros países del mundo desarrollado en cuanto al riesgo de muerte. Sin embargo, la diferencia comienza a aparecer pasados estos primeros días y durante el primer año de vida de los bebés, cuando quedan al cuidado de sus padres o tutores.
Para la investigadora Alice Chen, de la Universidad del Sur de California, la desventaja de mortalidad posneonatal obedece a "los pobres desarrollos de los nacimientos entre personas con estatus económico más bajo". Al respecto el estudio indica que el riesgo de muerte en los primeros días es mucho menor, pues "los recién nacidos reciben una atención médica de alta calidad", pero esta situación varía sustancialmente en personas de bajos recursos cuando salen del hospital y tienen que cuidar al bebé en su propio entorno.
El problema también se acrecienta entre la población adolescente al comparar los indicadores de los 20 países fundadores de la OCDE. Thakrar resaltó que entre 2001 y 2010 los chicos estadounidenses entre 15 y 19 años presentaron un riesgo "82 veces más alto de morir a causa de homicidio con un arma" que los de los otros países de la organización. Otra de las causas señaladas por el estudio para el alto índice de muertes de adolescentes fueron los accidentes automovilísticos.
Aunque la investigación destaca que "un reporte de seguridad vial y accidentes encontró que en EE.UU. las muertes de carretera se redujeron un 23 % de 2000 a 2011", mientras que en los otros 19 países de la OCDE los descensos fueron de un 26 a un 64 %. Los investigadores sugirieron que las "políticas de prevención se deben enfocar en los bebés (hasta cuando comienzan a caminar) y en los adolescentes entre 15 y los 19 años de edad".